1. Por principio de cuentas es de dimensionarse que la “Reforma Energética”,[1] a pesar de su denominación, es sólo una reforma petrolífera.[2]
2.
La “Reforma Energética”, incluyendo su
componente de gas shale[3],
se contrapone con los objetivos y metas de transición hacia una economía
sustentable, baja en carbono, y disposiciones al efecto previstas en la
legislación nacional,[4] al tener por piedra de toque y circunscribirse
a una mayor explotación de combustibles
fósiles.
3.
La “Reforma Energética” no expresa el
sustento y fundamento de sus afirmaciones, volviendo nugatorios los derechos
humanos a la información, a la
participación pública, y a un medio ambiente adecuado para el desarrollo y
bienestar de las personas.[5]
4.
La “Reforma Energética” está soportada
en una comprometida apuesta por el gas shale, Apuesta, habida cuenta al alto
grado de incertidumbre sobre las reservas de gas shale, de diversa clase, en México, el volumen que es técnicamente
explotable y cuál es económicamente extraíble; enmarcado,
en adición, en un contexto de especulación y posible burbuja financiera del
mercado de gas shale.[6]
5.
La magnitud de explotación[7]
del gas shale materia de la “Reforma Energética”, conlleva un severo riesgo a
escala –de menos- regional de sobre explotación de recursos naturales y
contaminación al ambiente, en razón, entre otros, a los siguientes factores:
5.1.
El empleo de más de 660,000,000,000
litros de agua (660 millones de m3).[8]
5.2.
La emisión al ambiente (suelo,
subsuelo, aire y acuíferos) de ingentes volúmenes de residuos peligrosos y
contaminantes radioactivos[9],
cancerígenos, mutagénicos, tetarogénicos, disruptores endocrinos, y gases de
efectos invernadero.[10]
Siete Propuesta
para una Reforma Energética Verdadera
- A partir de la “Reforma Energética”, que en los hechos es sólo una reforma petrolífera, debe plantearse una Reforma Energética real, que llamaremos “Reforma Energética Integral”.
- Ésta “Reforma Energética Integral”, debe construirse a partir de la generación que haga el Gobierno, de forma proactiva, de información que permita y fomente un dialogo en la sociedad, basado en una participación informada[11], incluyente y democrática, considerando sus implicaciones, desde luego energéticas, pero también económicas, sociales y ambientales.
- Los ejes de la información, dialogo y participación pública en pos a una “Reforma Energética Integral”, y elementos centrales de ésta, deberán ser la eficiencia energética, el tránsito hacia una economía sustentable fundada en fuentes energéticas renovables y limpios; y en consecuencia el empleo significativo de los combustibles fósiles existentes para desarrollar dichas fuentes energéticas limpias y renovables.
- En línea con lo anterior, teniendo presente la información existente sobre los riesgos que involucra una mayor explotación y dependencia de combustibles fósiles, y en particular la explotación de gas shale[12], por sus impactos al ambiente, debe procederse a una moratoria[13] de la explotación de éste último, bajo un enfoque de principio precautorio, hasta que se despejen los interrogantes sobre sus riesgos y consecuencias ambientales y sean estos evaluados y ponderados.
- Aparejado con lo antes expuesto, antes de levantarse una moratoria a la explotación de gas shale, de ser el caso, deben despejarse los cuestionamientos existentes sobre su viabilidad económica al tenor de lo expresado en el punto 4 del apartado previo.
- El anterior análisis deberá tomar en cuenta, la ponderación de la tasa de retorno energético, EROI por sus siglas en inglés, del gas shale incorporando a este análisis sus externalidades, así como su costo de oportunidad y repercusiones para con fuentes de energía limpies y renovables, contextualizado en el tránsito de la economía, que debe darse, hacia una baja en consumo de carbono[14].
- Finalmente, e imbuido en los procesos antes delineados, previo a la explotación del gas shale, y del levantamiento de su moratoria, deben tenerse positivado un marco legal adecuado a los retos que presenta el gas shale, incluyendo la adopción de buenas prácticas internacionales en la materia.
Referencias